Nos quedaba pendiente Ana, y aquí está: La flamante Campeona de Europa de -52 encontró un hueco en su apretada agenda para que nos sentáramos un rato a charlar: Lisboa, Beijing, Maribor, París, Alicante y Valencia… salían ciudades por todas partes: por algo es la “chica de la mochila”. Desde hace unos años reside en París, entrena en el INSEP junto al equipo francés y en el US Orleáns, junto a Fred Jossinet, a Audrey La Rizza, a Celine Lebrun, Barbara Harel… pero este año también ha sido habitual verla entrenando por el J.C. Alicante o por el Judokan de Valencia. Todo esto desde la supervisión de Azucena Verde, pieza fundamental de esta “nueva Ana”, que planifica y coordina sus entrenamientos, desempeñando labores de entrenadora, psicóloga, compañera de viaje, y por supuesto, amiga.

¿Cómo te encontraste durante el europeo?
La verdad es que muy bien… unas sensaciones muy buenas, a todos los niveles, tanto físico, como técnico, como de motivación… todo, la verdad es que me encontré genial. Fue, digamos, una explosión de todo lo mejor que podía sentir ese día…
Y antes de la competición, ¿Qué sensaciones tenías?
Pues recuerdo el camino del hotel al pabellón, que íbamos andando… yo iba con mi música… e iba pensando: “vamos Ana, vamos que puedes… venga, que este va a ser un buen día… con toda la gente que viene… piensa en tu preparación, en los esfuerzos de todo un año y este es el día para demostrarte a ti misma que tienes el nivel para poder estar ahí….”
¿Cuál fue el combate más complicado?... por que tuviste un par de remontadas, y rivales muy complicadas, contra las que antes del europeo, siempre habías pasado apuros…
A ver, cada combate es duro, y más a nivel de un campeonato de Europa… pero por ejemplo, Heylen, recuerdo en la semifinal de Rótterdam, haber sufrido muchísimo en ese combate y recuerdo que lo veía un combate bastante duro… luego el primero contra la austriaca, que también iba perdiendo y pude remontarlo… lo que pasa es que la semi con Dinea, fue… uuuf: vi que iba perdiendo de shido, e intente mantener todo el tiempo la calma, ir a por ella, y pensar que podía salir… si tuviera que decir cuál fue el más duro, probablemente fuera ese… pero claro, la final, si pensamos en el resultado fue la que con menor ventaja gané.
La final, aunque fue el que sacaste la ventaja más corta, yo creo que es en el que más cómoda te vi…
Sí, sí… quizás es verdad que fue el más cómodo, aunque gané de un shido… pero Dinea, creo que es Dinea la que se lleva el “premio”.
Y ¿Cuál era el objetivo antes de entrar al pabellón?
Salir de allí con una medalla.
En la final, ¿en qué momento fuiste consciente de que sí, de que ganabas?
Pues, en dos o tres acciones de ella, de la alemana, que entró uchimata y choqué con ella y sentí que me sentía bien, que ese combate me lo iba a llevar… y había perdido con ella en Bulgaria. Pero la sensación era que me lo llevaba.
¿Y el público?
La verdad es que estuvo espectacular… y quiero agradecer muchísimo a toda la gente que había de España, por que fue una sensación increíble, entrar al pabellón, escuchar la gente como coreaba mi nombre, como animaban, en los combates, en el podium… todo…
Cuando hablamos en Lisboa, al día siguiente de tu medalla, me decías que todavía no te lo creías, ¿Cuándo fuiste consciente que sí, que eras la campeona de Europa?
La verdad es que, hasta que no llegué a Alicante, y estuve sola, llegué a mi casa, dejé la maleta y cogí el coche, y cuando iba conduciendo me caía la lagrima, pero la lagrima de felicidad, de alegría, de lucha, de un cúmulo de sentimientos… quizás fue ese el momento en que me dije “ostras Ana”. Que está claro que hay un largo camino y que hay mucho por hacer pero es el principio de algo bueno y me sentía muy bien.
Y mirando hacia atrás, ¿Cómo crees que te ayudó o cómo te presionó la experiencia de Maribor 2002?
Uuuuf… fue muy diferente, sobre todo en mi forma de afrontarlo. Pienso que hay una gran diferencia de ese campeonato a este: pese a mi juventud en ese momento hice una competición muy buena, pero creo que esa misma juventud, esa falta de experiencia… tal vez no tenía la suficiente madurez para darme cuenta de lo que estaba viendo. Pero éste lo he afrontado de otra forma, ahora me siento más madura a todos los niveles, y soy más consciente de lo que estoy viviendo y de lo que queda por vivir.
Respecto a la final de Eslovenia, tu entrenadora me decía que en aquel momento te conformaste un poco al verte en la final…
Sí, puede ser que tuve ese punto de decir: Tengo veintiún años, me he metido en una final de un campeonato de Europa y aquella cita me quedaba grande en ese momento y, sí intenté ganar pero puede que me conformara un poco… pero si tengo que valorar la sensación que sentí aquel día con la que sentí en Lisboa, te digo que no es la misma…
Anímicamente hablando, ¿Qué te aporta ser campeona de Europa?
Muchas ganas de seguir luchando por mi sueño, mucha motivación… es una recompensa a un sacrificio a nivel personal y profesional, muy grande, pero sobre todo, mucha motivación de cara a los Juegos, que es lo más cercano.
Y económicamente, ¿Qué te aporta?
Aporta una beca un poco más alta, aunque son los Juegos lo que dan acceso a las más altas… pero bueno, me permite salir de una situación económica dura.
Mirando un poquito hacia atrás, ¿Qué tiene la Ana de estos últimos meses que no tenía la de hace un año?
Mucho trabajo detrás… y aquí Azu me ha ayudado muchísimo. Es una persona a la que recurrí el año pasado, por febrero o así… porque yo sabía cómo podía conseguir las cosas, pero no tenía las herramientas, y creo que ella es la que tenía esa pequeñita herramienta, para ayudarme… y era todo el trabajo técnico que había estado haciendo durante años, y que por circunstancias lo había dejado de hacer. Además Azu me ha aportado mucha confianza en mi misma, y nunca ha dudado de mí, y sin embargo yo sí que dudaba de mí en algunos momentos… y ella me ha dado eso. Me ha devuelto la sonrisa al entrar al tatami, y saber lo que uno quiere… la motivación, la confianza de luchar por un sueño, y la concentración de llegar a cada campeonato y a cada entrenamiento a darlo todo.
Y a Beijing, ¿a qué vamos?
La verdad es que, es una pregunta que dada la circunstancia, mucha gente me la ha hecho, y siempre digo que voy a intentar darlo todo, que voy a intentar luchar cada combate, vivir esa experiencia como algo inolvidable, y voy a intentar estar en el podium.
¿Rivales para la cita?
Bueno, sabemos todos que son “las chinas” y las “japonesas”… que no sabemos qué china va (rie)… porque entre las dos que son campeonas del mundo y la otra olímpica… está claro que las asiáticas son las más duras, pero no hay que dejar de lado a las europeas, que aunque haya ganado el campeonato de Europa… en unos juegos están las mejores del mundo, entonces el nivel es altísimo.
Estamos a poco más de un mes… ¿Cómo te has planteado los entrenamientos de cara a la cita de agosto?
Bueno, después de Lisboa tuve un par de semanas de vacaciones, y luego entre Alicante, París, las concentraciones, Moscú, la competición de Rumania… ahora nos queda Castelldefels, la preolímpica de Talavera… Yo soy la “niña de la mochila” y voy para arriba y para abajo, y es una forma que me gusta, me he acostumbrado y no me canso de estar en ningún sitio (rie).
Y de cara a tu forma de entrenar habitual, en París, el hecho de no poder estar allí tanto tiempo, ¿no supone un handicap para tu preparación?
No, para nada, después del europeo me senté con Azu, vimos el calendario, y creo que lo cuadramos bastante bien… no ha supuesto un problema el hecho de no haber podido estar allí. De hecho, este año, casi no he estado en París: con tanta competición, he llegado, he puesto lavadoras, me he ido… entonces no, no me ha afectado, porque además creo que ahora lo que tiene que predominar es la calidad en el entrenamiento…
Ya solo nos queda darte las gracias por la entrevista, volver a darte la enhorabuena por tu título de campeona de Europa, y desearte toda la suerte del mundo para Beijing.
Muchas gracias a vosotros…

Website de Ana Carrascosa.
www.anacarrascosa.es

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